La ansiedad es una respuesta emocional y fisiológica de nuestro cuerpo que nos ayuda a enfrentar las situaciones y exigencias cotidianas, con el objetivo de prepararnos para estar alerta y actuar.
La ansiedad en niveles pequeños es necesaria, ya que nos facilita hacer frente a situaciones difíciles y diversas. Una vez que este estado emocional y fisiológico logra que enfrentes determinada situación, tu cuerpo vuelve a sentirse tranquilo. Sin embargo, cuando una persona siente niveles desproporcionados de ansiedad con frecuencia, podría convertirse en un trastorno. Algunos síntomas de un trastorno de ansiedad es el nerviosismo excesivo, el miedo, aprehensión, angustia, así como ciertos síntomas físicos como dolor de cabeza, malestar estomacal, sudoración excesiva, temblores, tensión o dolor muscular, o dificultad para respirar.
Existen diferentes tipos de trastorno de ansiedad y se clasifican de acuerdo a los síntomas que presentan, así como a la frecuencia de los mismos. Algunos trastornos de ansiedad son:
- Trastorno de ansiedad generalizada: se caracteriza por preocupaciones excesivas y persistentes sobre eventos cotidianos y actividades; estos síntomas pueden ocurrir sin que haya una dificultad real.
- Trastorno de ansiedad por separación: se produce cuando una persona experimenta nerviosismo y angustia excesiva cuando se separa de personas con las que tiene un vínculo emocional, y/o sienten que no son capaces de realizar ninguna actividad si no tiene el apoyo o ayuda de dicha persona.
- Trastorno de ansiedad social: se caracteriza por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales o de rendimiento, lo que genera aislamiento e inseguridad.
- Trastorno de pánico: se caracteriza por ataques de miedo, angustia y desesperación. Estos se generan de manera repentina e intensa, y suelen estar acompañados de sudoración, palpitaciones, dificultad para respirar, sensación de desmayo u hormigueo.
Existen estrategias y herramientas que ayudan a que estos síntomas disminuyan y se tenga el control emocional y fisiológico de nuestro cuerpo; algunas estrategias y recomendaciones en las que puedes apoyarte para disminuir los síntomas son:
- Técnicas de relajación: actividades sencillas como la meditación, ejercicios de respiración profunda o practicar yoga.
- Técnicas para controlar el estrés: el ejercicio debe ser constante y durar por lo menos 15 minutos. También, existen ejercicios de atención plena que pueden ponerse en práctica.
- Evitar o disminuir el consumo de alcohol o drogas: el consumo es un desencadenante para que inicien los síntomas fisiológicos y, posteriormente, aumenta los síntomas cognitivos y conductuales.
- Practicar un estilo de vida saludable: se puede empezar con reducir el consumo de cafeína, organización de tiempos y actividades, dormir lo suficiente, tener actividades de descanso u ocio, o darse un tiempo personal.
- Acudir a un proceso de psicoterapia: ya sea individual o grupal para el autoconocimiento y autorregulación.
Es importante dar atención a la sintomatología asociada a ansiedad, ya que, al no prestarle atención, estos suelen incrementar y volver más complicado su control. En Hominum México, contamos con especialistas expertos en el control de trastornos de ansiedad que te guiarán en tu camino de bienestar integral. ¡Agenda tu cita!