Cuando hablamos de higiene del sueño nos referimos al entorno, calidad y cantidad de horas adecuadas que dedicamos a dormir.
A menudo escuchamos comentarios o entablamos platicas de lo importante que es dormir y descansar, quejas constantes de los cambios de humor o malestares físicos que provoca el desvelo; sin embargo, se nos dificulta aprender o poner en práctica hábitos que nos ayuden a controlar esta situación.
Factores como el trabajo, la escuela, problemas familiares, etc., son clave para una mala higiene del sueño pero esto no quiere decir que sea normal y mucho menos sano pues esto trae consigo problemas; si esto se prolonga podemos llegar a sufrir de insomnio y con el paso del tiempo de enfermedades crónicas.
Es importante ir a la cama siguiendo estas recomendaciones:
- Horarios: Tener una rutina diaria, es decir, establecer a qué hora iremos a la cama y a qué hora despertaremos.
- Las siestas: ¿A quién no le parece atractiva una siesta cuando nos sentimos cansados? Sin embargo no debemos olvidar que estas deben ser entre 15-20 minutos.
- Ambiente y vestimenta: Crear un ambiente en el cual nos sintamos cómodos y además elegir ropa cómoda o cosas como nuestra frazada favorita, luz tenue, silencio y tranquilidad son factores clave para poder descansar.
- Cena: Lo más recomendable es no cenar demasiado tarde ni ir a dormir inmediatamente después de haber cenado. También debemos recordar que la cena debe ser ligera.
- Evitar estimulantes: El cigarro, bebidas energizantes y café son estimulantes que alteran nuestro organismo y lo estimulan para estar más activos, además de ser poco saludables, no es recomendable ingerirlos y mucho menos por las noches.
- Técnicas de relajación: Al ir a la cama debemos hacer el intento de no pensar en los problemas de nuestra vida cotidiana, sabemos que no es fácil, sin embargo podemos acudir a técnicas de relajación, creando un ambiente cómodo y tal vez acompañado con velas aromáticas y/o música de nuestro agrado.
No hay que olvidar que la calidad de sueño nos ayuda a ser más productivos en el día, sentirnos con más energía, también crece nuestra capacidad de aprendizaje y podremos recordar con mayor facilidad información.
Te invitamos a seguir las recomendaciones para que mejores tu calidad de sueño, es importante que seas constante y que prestes atención a los cambios y beneficios que trae consigo el mejorar la rutina para dormir. Si notas que los consejos no tienen resultado, que comienzas a dormir suficiente pero no descansas, es posible que estemos hablando de un trastorno de sueño, en caso de que esto suceda debes de acudir a un especialista para que realice un diagnóstico y recibas el tratamiento adecuado.
Ana Laura Cruz Acosta Psicoterapeuta de Hominum México
BIBLIOGRAFÍA Téllez, A. (2008). Trastornos del sueño, diagnóstico y tratamiento. México: Trillas