La autoestima es la capacidad que tiene la persona de valorarse, amarse y aceptarse a sí mismo. Es el concepto que tenemos de nosotros mismos según la forma en la que nos vemos a nosotros mismos y la forma en la que creemos que los demás nos ven. También, es el grado en el que las personas tienen sentimientos positivos o negativos acerca de sí mismos y de su propio valor
La autoestima se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que hemos vivido durante toda nuestra vida, por lo tanto, se puede decir que es parte de nuestra personalidad e identidad, sin embargo, la influencia del ambiente en la autoestima es muy fuerte y hay veces que ésta nos puede afectar negativamente, provocando en nosotros una baja autoestima.
Señales de las personas con baja autoestima:
- No se aman, no se aceptan, ni valoran sus cualidades
- Se les dificulta tomar decisiones por temor a equivocarse.
- Piensan que no pueden o que no pueden hacer nada bien.
- No valoran sus talentos.
- Le tienen miedo a lo nuevo y evitan los riesgos.
- Son muy ansiosos y nerviosos.
- Casi nunca toman la iniciativa.
- Temen hablar con otras personas.
- Se dan por vencidas rápidamente.
- Se les dificulta expresar sus emociones.
- Les cuesta reconocer cuando se equivocan y aceptar la critica.
- Cuando algo sale mal, sienten culpa.
- Creen que son personas poco interesantes.
- Les cuesta lograr sus metas.
Las consecuencias de tener una baja autoestima es que causan en la persona sentimientos de frustración, ansiedad, depresión, sentimientos de culpa, miedo, enojo, malestar y malas relaciones con los demás.
Una autoestima siempre se debe construir bajo la realidad, aceptando los defectos -que todos tenemos-, pero sobre todo, valorando y explotando nuestras cualidades y fortalezas. El estar en constante comparación con el otro, nos puede hacer “sentirnos menos”, ya que siempre tendemos a ver lo negativo en nosotros y lo positivo en los otros; es importante recordar que las cualidades del otro, no hacen menos importantes o valiosas las propias.
Comúnmente se cree que la autoestima alta sinónimo de creerse superior a todos o a ser déspota y prepotente con los otros, a esto no se le llama alta autoestima, sino autoestima inflada. En la autoestima inflada la persona se ama más que a los demás y valora exageradamente sus cualidades.
La importancia de tener una alta autoestima es que nos trae bastantes beneficios, nos permite a las personas enfrentarnos a la vida con más confianza y optimismo, nos facilita plantearnos objetivos y metas, pero sobre todo, alcanzarlos, favorece nuestra relación con las personas, nos permite afrontar los problemas de una mejor manera y todo esto, nos ayuda sentirnos más felices.
Brenda Belmont Mejía
Psicoterapeuta de Hominum México